En un ecosistema emprendedor en constante evolución, Chile ha logrado un hito importante: la consolidación de tres startups locales como unicornios, empresas valoradas en más de mil millones de dólares. Estas historias de éxito son la prueba de que la creatividad y la innovación chilena no tienen límites, y que el camino hacia el éxito global pasa por el respaldo adecuado y el compromiso con el crecimiento tanto profesional como personal.
Cornershop, fundada en 2015 por Daniel Undurraga, Juan Pablo Cuevas y Sebastián Mejía, dio el primer gran paso al ofrecer una plataforma de entrega de comestibles a domicilio, revolucionando el mercado local. Su adquisición por Uber en 2020 no solo les permitió alcanzar el estatus de unicornio, sino también expandir su influencia más allá de las fronteras chilenas. «Recibir financiamiento estratégico en el momento adecuado nos permitió escalar rápidamente, pero siempre con un enfoque en la calidad de nuestro servicio y la responsabilidad con nuestros equipos», señala Undurraga.
A tan solo un año de distancia, NotCo, una empresa de tecnología alimentaria cofundada por Matías Muchnick, Karim Pichara y Pablo Zamora en 2015, llegó a la cima del emprendimiento global utilizando inteligencia artificial para desarrollar productos alimenticios basados en plantas. En 2021 alcanzaron el título de unicornio, destacando por su enfoque en la sostenibilidad y la innovación en la industria de alimentos. “El financiamiento nos permitió poner en marcha nuestras ideas disruptivas, pero el verdadero desafío fue crecer manteniendo la ética de trabajo y la integridad dentro de un equipo multidisciplinario”, reflexiona Muchnick.
Finalmente, Betterfly, una plataforma de bienestar y seguros fundada por Eduardo della Maggiora, se convirtió en 2022 en el primer «unicornio social» de América Latina. Este caso resalta cómo una startup puede generar un impacto social significativo mientras sigue desarrollándose económicamente. «El crecimiento no solo se mide por la valoración, sino por el impacto positivo que generamos en las vidas de las personas. Apostar por un modelo de negocio con propósito nos ha dado una ventaja competitiva en el mercado global», asegura Della Maggiora.
El país como Hub de Innovación
El ecosistema emprendedor chileno está en constante evolución, y la pregunta que muchos se hacen es: ¿cómo puede Chile crear más unicornios? La respuesta parece clara: fortalecer la infraestructura de apoyo, mejorar el acceso al financiamiento y fomentar la colaboración entre empresas, universidades y el sector público.
El acceso a financiamiento es fundamental. Programas como Start-Up Chile han jugado un papel crucial en el impulso inicial de muchas startups, pero aún queda trabajo por hacer para aumentar las rondas de inversión en etapas más avanzadas. Las políticas públicas también tienen un rol clave, desde incentivos fiscales hasta regulaciones más accesibles, que pueden reducir las barreras para que las startups se desarrollen y escalen a nivel global.
Otro aspecto esencial es la capacitación del talento especializado. Con áreas de alta demanda como la inteligencia artificial, big data y desarrollo de software, formar a los emprendedores del futuro es una necesidad para mantenerse competitivos en un entorno global cada vez más exigente.
Por último, una mentalidad global es vital para que las startups chilenas no solo se concentren en el mercado local, sino que desde sus primeras etapas se orienten a internacionalizar sus productos y servicios, explorando mercados más grandes y competitivos. La conexión con inversores internacionales y la participación en eventos globales de emprendimiento pueden abrir puertas hacia nuevas oportunidades.
Por: La Quinta Emprende