En medio de la crisis climática global, Chile enfrenta un desafío crucial: la descarbonización de las Pymes. Este sector, que representa más del 95% de las empresas del país y genera cerca del 50% del empleo, juega un papel fundamental en la economía nacional. Es así como su transformación hacia la carbono neutralidad no es solo una responsabilidad ambiental, sino una oportunidad estratégica que el país no puede permitirse ignorar. 

La urgencia de esta transformación se hace evidente al considerar el contexto global. Los mercados internacionales están estableciendo estándares ambientales cada vez más estrictos, y las cadenas de valor globales exigen proveedores comprometidos con la sostenibilidad. Las Pymes chilenas que no se adapten a esta nueva realidad corren el riesgo de quedar excluidas de oportunidades comerciales significativas, especialmente en mercados desarrollados que valoran cada vez más la huella de carbono de sus importaciones. 

Los desafíos son considerables. Las Pymes enfrentan barreras importantes en su camino hacia la descarbonización: limitado acceso a financiamiento verde, escaso conocimiento sobre tecnologías limpias, y una percepción generalizada de que la transformación verde es un lujo que no pueden permitirse en tiempos económicamente desafiantes. Además, muchas carecen de la capacidad para medir y gestionar sus emisiones de manera efectiva. 

Sin embargo, las oportunidades que presenta la descarbonización son aún más significativas. La transición hacia operaciones bajas en carbono puede generar ahorros sustanciales en costos energéticos, un factor crucial considerando que la energía representa uno de los mayores gastos operativos para muchas Pymes. La adopción de tecnologías eficientes y energías renovables no solo reduce la huella de carbono, sino que también mejora los resultados operativos y disminuye la exposición a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles. 

El momento de actuar es ahora. Chile, como líder regional en políticas climáticas, debe desarrollar un marco de apoyo integral para la descarbonización de sus Pymes. Esto requiere una combinación de incentivos fiscales, programas de capacitación, y mecanismos de financiamiento verde accesibles. Si bien el rol del Estado es fundamental para acelerar esta transformación, también se necesita la participación activa del sector financiero y las grandes empresas para crear un ecosistema que facilite la transición. 

Desde sus inicios, Bci ha sido un socio estratégico para sus clientes, con especial foco en las Pymes. Liderar la industria en sostenibilidad no es solo una responsabilidad, sino nuestra convicción. A través de un trabajo sistemático y multidimensional, acompañamos a nuestros clientes en toda su travesía sostenible: desde crear conciencia ambiental y medir su huella de carbono, hasta implementar estrategias efectivas de descarbonización. Esta transformación va más allá de reducir el impacto ambiental; está redefiniendo la manera en que concebimos los negocios. 

Aspiramos a ser catalizadores de cambio, inspirando a otros actores del mercado a sumarse a esta visión. Creemos firmemente que la colaboración, más que la competencia, es la clave para impulsar la innovación y generar un impacto positivo duradero en los

negocios y comunidades. Solo trabajando juntos podremos construir un bienestar social sostenible hoy y garantizar un planeta habitable para las futuras generaciones. 

El camino hacia la descarbonización de las Pymes chilenas no está exento de obstáculos, pero el costo de la inacción será mucho mayor. Es momento de ver esta transformación no como una carga, sino como una inversión estratégica en la competitividad futura del país. El éxito en esta transición no solo contribuirá a los objetivos climáticos de Chile, sino que también posicionará a sus Pymes como referentes regionales en sostenibilidad empresarial.

Por: Violeta Gaete, Segment Strategist de Bci.