Desde que Goodplayers comenzó su viaje en enero de 2023, cada paso que hemos dado ha estado guiado por una convicción profunda: el emprendimiento es una herramienta poderosa de impacto social. La creación de esta startup no fue un acto impulsivo, sino una respuesta a una necesidad clara del mercado y una oportunidad para hacer una diferencia real en la sociedad.
La realidad que enfrentamos al inicio era desalentadora. A pesar de que el 63% de los consumidores espera que las empresas se involucren en temas sociales y medioambientales, solo un 13% confía en que estas realmente estén generando un impacto positivo. Esta desconexión entre expectativas y realidades no solo evidencia una crisis de confianza, sino también la falta de herramientas adecuadas para que las empresas puedan gestionar y medir su participación social de manera efectiva. Además, el 85% de las empresas encuestadas por B Lab reconocieron las dificultades para medir y cuantificar el impacto social de sus acciones. Esta brecha de capacidad y confianza era precisamente el problema que mi startup se propuso resolver.
En Goodplayers, hemos creado un SaaS que no solo facilita la gestión de la responsabilidad social empresarial (RSE) conectando empresas y colaboradores con causas significativas, sino que también mide el impacto social y ambiental a través de un dashboard intuitivo. Esto permite a las empresas no solo alinear sus valores corporativos con las acciones de sus colaboradores, sino también con las tendencias de impacto, mejorando así el engagement con sus stakeholders.
Lanzar Goodplayers y liderarlo ha cambiado mi vida de maneras que nunca imaginé. Me ha dado la oportunidad de inspirar a otros emprendedores a tomar el salto hacia la creación de empresas con propósito, demostrando que es posible generar un impacto positivo mientras se construye un negocio sostenible. En tan solo 13 meses, hemos logrado compromisos de más de 70 fundaciones y hemos establecido propuestas comerciales significativas con empresas destacadas gracias al gran apoyo del ecosistema de EtM como Caja Los Andes, BCI, Mallplaza, entre otras grandes empresas. Hemos impactado a más de 13.456 personas y recaudado más de 56.000 USD en donaciones económicas y físicas, lo que demuestra el poder de emprender con un enfoque social.
Emprender con impacto no solo me ha permitido contribuir a la solución de problemáticas sociales críticas, sino que también me ha mostrado que hay un mercado creciente para este tipo de emprendimientos en todas las industrias. Cada vez más, los consumidores y las empresas buscan alinear sus valores con sus acciones, creando una demanda para soluciones innovadoras como Goodplayers.
Mirando hacia atrás en este viaje, me doy cuenta de que emprender no es solo construir un negocio, sino forjar un camino hacia el cambio. Cada decisión, cada acción que hemos tomado ha sido un paso hacia la materialización de un mundo en el que las empresas no solo buscan el éxito financiero, sino que también se esfuerzan por ser fuerzas de bien. Esta experiencia me ha enseñado que el verdadero impacto se logra cuando alineamos nuestra visión con acciones concretas que benefician a la sociedad. A medida que continuamos creciendo y aprendiendo, permanezco inspirado por la posibilidad de un futuro donde emprender con un propósito social sea la norma, no la excepción. La travesía de mi startup es un testimonio de lo que es posible cuando la pasión se encuentra con el propósito, y es un recordatorio constante de que, incluso en el mundo de los negocios, el corazón y la humanidad tienen un lugar.
Por: Tomás Ffrench-Davis, CEO y Co-fundador de Goodplayers.