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August 13, 2024

Educación, la clave para construir un futuro más sostenible

Revisa la nueva columna de opinión de Cata Droguett, eco periodista elegida como una de las 20 Líderes X la Conservación de la Naturaleza WWF.

En un mundo donde el cambio climático avanza como un enemigo silencioso y la biodiversidad se desploma a un ritmo alarmante, la educación se instaura como el pilar fundamental para construir un futuro más sostenible y seguro. Según la UNESCO, se estima que integrar la educación para el desarrollo sostenible (EDS) a todos los niveles de enseñanza podría mejorar la comprensión y la acción en torno a los desafíos ambientales en un 57%. A pesar de cifras que evidencian su potencial, aún queda un largo camino por recorrer. Sumado a lo anterior, hago mención de los datos emitidos por la reciente encuesta Ipsos que señala que el 50% de la población chilena no sabe que es la sostenibilidad, un 25% tiene una noción parcial y un 25% lo reconoce correctamente.

La sostenibilidad no es solo un tema de responsabilidad corporativa o de políticas públicas; es un asunto que debe permear los sistemas educativos en todos sus niveles. La educación es la herramienta más poderosa para alimentar la conciencia crítica en los jóvenes, formar futuros líderes que entiendan la interconectividad de los sistemas naturales y sociales, y construir una ciudadanía comprometida con la protección del planeta.

La acción climática comienza en las aulas. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la alfabetización ambiental y la educación para el desarrollo sostenible son vitales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente el ODS 4, que busca garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. Actualmente, solo el 40% de los países han incorporado de manera sistemática la EDS en sus mallas. Este dato refleja una brecha significativa entre la necesidad urgente de formación y la realidad de nuestras aulas.

Al contemplar el futuro, es imposible ignorar las dificultades que enfrentan los jóvenes. Un estudio de la Fundación David Suzuki reveló que el 73% de los jóvenes se sienten ansiosos por el cambio climático. Esta eco-ansiedad no solo es un problema emocional, sino que también constituye un llamado a la acción. Cuando los estudiantes son empoderados con conocimientos y habilidades para abordar problemas ambientales, pueden transformar su miedo en acción, convirtiéndose en agentes de cambio en sus comunidades. 

La educación para la sostenibilidad no es excluyente de las materias científicas. De hecho, debe integrarse en todas las disciplinas, desde las artes hasta las ciencias sociales. El programa Eco-Schools, implementado en más de 67 países y reconocido internacionalmente, demuestra que una escuela puede ser un agente de cambio no solo a nivel educativo, sino también dentro de la comunidad. Las escuelas que participan en este programa ven un aumento de hasta el 38% en la participación de los estudiantes en actividades de sostenibilidad.

Además, la capacitación de los educadores es esencial. Un estudio de la Fundación PISA de la OCDE concluyó que los docentes que han recibido entrenamiento en EDS están un 35% más motivados para enseñar sobre sostenibilidad y, por ende, logran involucrar un 70% más a sus estudiantes en prácticas sostenibles. Esto no solo mejora el ambiente educativo, sino que también crea un ecosistema de aprendizaje continuo que se propaga más allá de las aulas.

Sin embargo, la inversión en educación para la sostenibilidad sigue siendo insuficiente. La Comisión Europea estima que se necesitarán hasta 1,4 billones de euros al año hasta 2030 para financiar la transformación hacia una economía sostenible. Así que, ¿por qué no destinar parte de esos recursos a capacitar a las futuras generaciones? La educación es un motor de cambio que puede transformar la economía, la sociedad y, sobre todo, nuestra relación con la naturaleza.

En mis más de 12 años de trabajo en sostenibilidad ambiental y humana, he aprendido que debemos integrar urgentemente la educación para el desarrollo sostenible en todos los niveles del sistema educativo. Sensibilizar, formar y empoderar a las nuevas generaciones no solo hará frente a la crisis ambiental, sino que garantizará que construyamos un mundo más justo, equitativo  y seguro para todos y para todas. El futuro depende de la calidad de la educación que proporcionemos hoy, es momento de actuar, y la educación debe ser un pilar robusto que fortalezca el camino hacia la sostenibilidad.

Por: Cata Droguett, eco periodista, escritora y conferencista, elegida como una de las 20 Líderes X la Conservación de la Naturaleza WWF.

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